jueves, 7 de marzo de 2013

Dejar de ser tiempo

Y, ¿sabes amor ese momento en que tus manos simulan la arena cayendo en un reloj? Tic-tac, tic-tac, tic-tac. El tiempo se disuelve muy rápido cuando dos corazones se embalan al estallar un mismo cañón de fuego. Concupiscencia que se traduce en gotas de sudor cayendo por tu espalda, en la unión de tus lunares camuflados en la piel del otro.

Amor insinuante en la sonrisa de tus ojos y en la luz que irradia tu gesto. Tu gesto. Saber esperar la noche para verlo mejor. Saber saciar el amanecer cuando tus huellas siguen húmedas, pero tú ya no las sigues tatuando. Tatuaje de tus labios en mi labios que fluye por las calles de aquel latente que te da la vida y te la quita al mismo tiempo. Es alargar sensaciones y acotar motivos.Felicidad, dice la canción, qué bonito nombre tienes.


El amanecer avisa que está cerca de borrar tus hirientes huellas acomodadas en esa ondulada figura, ahora bronceada por la blanca pureza de su ser... ¡Ay, amor! La arena de tus manos ya se consumió. 

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