lunes, 25 de marzo de 2013

La vida es un charco al sol


Te invito a quebrar la lógica de los esquemas,
te invito a reír, te invito a enterrar la tristeza,
te invito a pensar que puedes ser lo que tu quieras,
y junto soñar un momento a nuestra manera.

Me olvidé la brújula en tus caderas,
me perdí en el mapa de tus piernas,
y, aún así, llegué a tus besos a ciegas.

Te invito a inventar un espacio en mi maleta,
te invito a ser tú en el burdel de las ideas.

Me olvidé la brújula en tus caderas,
me perdí en el mapa de tus piernas,
y, aún así, llegué a tus besos a ciegas.

Gobernar en el reino de los instantes,
quemar con dos chispas un momento,
degustar la pulpa de tus variantes,
calcular la trayectoria  de tus besos.
Eso es lo más importante.

Me olvidé la brújula en tus caderas,
me perdí en el mapa de tus piernas,
me olvidé la ruta hacia su silueta,
veinte mil leguas entre nuestras lenguas.
Y aún así llegué, llegué...

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