sábado, 13 de abril de 2013

La magia de un derbi sevillano.

          Dicen que las mujeres no entendemos de fútbol y menos del sufrimiento que se tiene cuando tu equipo pierde, o de la alegría cuando gana. Sí, es cierto, no entendemos nada de nada de lo que se siente cuando tu equipo no puede más y tú lo llevas en volandas entre cánticos y ovaciones. Claro que no entendemos la adrenalina que se siente cuando alzas los brazos y cantas ¡gol! No lo entendemos porque es algo tan simple ver a once jugadores luchando por los colores de tu equipo, rugiendo por llevar a lo más alto ese bendito escudo, que preferimos irnos el domingo al centro comercial que abrazarnos a alguien que no conocemos de nada pero que compartimos el mismo sentimiento: el beticismo. 


          Al igual que nosotras no entendemos de fútbol, el resto de aficionados no saben lo que es un derbi Betis - Sevilla ni lo que ello significa. Hay que vivir en Sevilla y encaminar los piques entre ambas aficiones, que no son tan lejanas una de la otra. Y no porque sean de la misma ciudad, sino porque tienes amigos del otro equipo; en todas las familias también existe ese pique al no ser todos del mismo equipo. Incluso, parejas, como es mi caso, en las que uno es del Sevilla y el otro del Betis, y viceversa.


          Y es que un derbi como éste sólo puede vivirse en esta bendita ciudad. 



          No sé a quien o a qué tengo que darle las gracias por hacerme sentir estos colores tan dentro; por grabarme este escudo en el corazón que late con tanta fuerza y por darme esta satisfacción y orgullo cada vez que digo su nombre. TE QUIERO BETIS.







lunes, 8 de abril de 2013

Europealia. III Festival Internacional de Folklore.

Comenzamos la primavera yéndonos al Festival Internacional de Folklore de Marbella: Europealia.


Lo que parecía que iba a ser una actuación más, se ha convertido en un experiencia muy muy enriquecedora. Ha sido increíble la fusión de mezcla de culturas, de idiomas, de actitudes y de filosofía de vida de cada uno de los participantes del festival. 



Compartir con gente de todo el mundo tu folklore y aprender del suyo es algo muy satisfactorio. Aunque es verdad que cada grupo llamaba la atención, ya fuese por su baile o por su indumentaria, he de decir que el nombre de Sevilla sonaba con mucha fuerza.


Pero claro, estábamos en Marbella y todo no fue bailar. Pudimos disfrutar de sus playas:




Celebramos un cumpleaños y le hicimos a un integrante nuevo una novatada:



Y, como no, conocimos la noche marbellí:



Por último, como colofón final, aparecimos en la foto de portada del Diario Sur: