viernes, 22 de marzo de 2013

Quererte. Buscarte. Necesitarte. Verte. Sentirte. Echarte de menos.

Hace cuatro años que me dejaste jugando a ese juego que a ti y a mí nos encantaba jugar. El que me ha enseñado tantas cosas y al que admiro tanto. ¡No sabes cuánto me gustaría parecerme a ti!
Todavía recuerdo cuando llegaba a tu casa correteando, tú me cogías y me dabas esos besos que me sacaban esas risas de niña. Y, es que, ¿sabes qué es lo más bonito que me ha pasado? Ser la niña más feliz entre tus brazos. Porque esa cara que ponías cuando te quedabas embobado mirándome, siempre la tengo en mi mente.
Me encantaba cuando nos poníamos a jugar y te salía esa sonrisa tan bonita. Porque has sido la felicidad de mi día a día. Porque tú eres la alegría de mi vida.
Gracias. Gracias por hacer que mi vida haya sido un cuento de hadas donde no existían los malos, sólo las gominolas que me comprabas todos los domingos y nuestras risas.
Hay una cosa que sólo tú y yo sabemos, un secreto para siempre. 



No hay comentarios:

Publicar un comentario